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VEN, SÍGUEME PASCUA DE RESURRECCIÓN DEL 30 DE MARZO AL 12 DE ABRIL




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Hermanos, el domingo de Pascua de Resurrección brinda una excelente oportunidad para que los miembros de la familia fortalezcan su testimonio de Jesucristo y Su resurrección, y para que fortalezcan el testimonio los unos con los otros. Hermanos,  tengan eso en mente conforme estudien las Escrituras y  enseñen a su familia esta lección. Procure la guía del Espíritu Santo sobre lo que tocará el corazón de las personas de su familia.

Durante las semanas pasadas estudiando el libro de Mormón juntos, posiblemente sintieron la influencia del espíritu Santo, el cual los invito a hacer cosas buenas, también pudieron leer una escritura que les haya gustado mucho, en esta parte del video te pedimos que compartas tu escritura favorita y nos expliques porque te gusta.

Recordemos que no es solo ver o escuchar los videos, sino también el que ustedes puedan compartir el evangelio dejando un mensaje que leerán aquellos hermanos que no son miembros de la iglesia y aquellos  hermanos que están inactivos, recuerden de las cosas pequeñas proceden las grandes.

El tema de esta lección es sobre la resurrección de nuestro salvador Jesucristo y su expiación, pero no habría resurrección si no hubo primero una expiación de nuestros pecados,  y un sacrificio solo por aquel que estaba preparado desde antes de la fundación del  mundo.

Leemos en 2 Nefi capítulo 9 versos del 7 al 15

2 Nefi 9:7–15
Libro de Mormón
Por tanto, es preciso que sea una expiación infinita, pues a menos que fuera una expiación infinita, esta corrupción no podría revestirse de incorrupción. De modo que el primer juicio que vino sobre el hombre habría tenido que permanecer infinitamente. Y siendo así, esta carne tendría que descender para pudrirse y desmenuzarse en su madre tierra, para no levantarse jamás.
¡Oh, la sabiduría de Dios, su misericordia y gracia! Porque he aquí, si la carne no se levantara más, nuestros espíritus tendrían que estar sujetos a ese ángel que cayó de la presencia del Dios Eterno, y se convirtió en el diablo, para no levantarse más.
Y nuestros espíritus habrían llegado a ser como él, y nosotros seríamos diablos, ángeles de un diablo, para ser separados de la presencia de nuestro Dios y permanecer con el padre de las mentiras, en la miseria como él; sí, iguales a ese ser que engañó a nuestros primeros padres, quien se transforma casi en ángel de luz, e incita a los hijos de los hombres a combinaciones secretas de asesinato y a toda especie de obras secretas de tinieblas.
10 ¡Oh cuán grande es la bondad de nuestro Dios, que prepara un medio para que escapemos de las garras de este terrible monstruo; sí, ese monstruo, muerte e infierno, que llamo la muerte del cuerpo, y también la muerte del espíritu!
11 Y a causa del medio de la liberación de nuestro Dios, el Santo de Israel, esta muerte de la cual he hablado, que es la temporal, entregará sus muertos; y esta muerte es la tumba.
12 Y esta muerte de que he hablado, que es la muerte espiritual, entregará sus muertos; y esta muerte espiritual es el infierno. De modo que la muerte y el infierno han de entregar sus muertos, y el infierno ha de entregar sus espíritus cautivos, y la tumba sus cuerpos cautivos, y los cuerpos y los espíritus de los hombres serán restaurados los unos a los otros; y es por el poder de la resurrección del Santo de Israel.
13 ¡Oh cuán grande es el plan de nuestro Dios! Porque por otra parte, el paraíso de Dios ha de entregar los espíritus de los justos, y la tumba los cuerpos de los justos; y el espíritu y el cuerpo son restaurados de nuevo el uno al otro, y todos los hombres se tornan incorruptibles e inmortales; y son almas vivientes, teniendo un conocimiento perfecto semejante a nosotros en la carne, salvo que nuestro conocimiento será perfecto.
14 Por lo que tendremos un conocimiento perfecto de toda nuestra culpa, y nuestra impureza, y nuestra desnudez; y los justos, hallándose vestidos de pureza, sí, con el manto de rectitud, tendrán un conocimiento perfecto de su gozo y de su rectitud.
15 Y acontecerá que cuando todos los hombres hayan pasado de esta primera muerte a vida, de modo que hayan llegado a ser inmortales, deben comparecer ante el tribunal del Santo de Israel; y entonces viene el juicio, y luego deben ser juzgados según el santo juicio de Dios.

Hermanos ¿Con qué se compara la muerte? ¿Cómo se describe la resurrección? ¿Por qué necesitamos un cuerpo resucitado?

La respuesta a esta ultima pregunta la encontramos en
Doctrina y Convenios 93:33–34
Doctrina y Convenios
33 Porque el hombre es espíritu. Los elementos son eternos; y espíritu y elemento, inseparablemente unidos, reciben una plenitud de gozo;
34 y cuando están separados, el hombre no puede recibir una plenitud de gozo.

Este es el motivo por el cual debemos de resucitar, para ser juzgados y ser recompensados según las obras que hayamos hecho aquí en la tierra.

Ahora bien, ¿Cómo podría usted enseñar a alguien sobre la resurrección ya con este conocimiento de las escrituras?

¿Cómo podría tener influencia de manera más constante en nosotros ese conocimiento? Comparta con nosotros en los comentarios el agradecimiento que tiene por saber que un día todo vamos a resucitar.

Leemos en el libro de
Alma 11:41–45
Libro de Mormón
41 Por tanto, los malvados permanecen como si no se hubiese hecho ninguna redención, a menos que sea el rompimiento de las ligaduras de la muerte; pues he aquí, viene el día en que todos se levantarán de los muertos y comparecerán delante de Dios, y serán juzgados según sus obras.
42 Ahora bien, hay una muerte que se llama la muerte temporal; y la muerte de Cristo desatará las ligaduras de esta muerte temporal, de modo que todos se levantarán de esta muerte.
43 El espíritu y el cuerpo serán reunidos otra vez en su perfecta forma; los miembros así como las coyunturas serán restaurados a su propia forma, tal como nos hallamos ahora; y seremos llevados ante Dios, conociendo tal como ahora conocemos, y tendremos un vivo recuerdo de toda nuestra culpa.
44 Pues bien, esta restauración vendrá sobre todos, tanto viejos como jóvenes, esclavos así como libres, varones así como mujeres, malvados así como justos; y no se perderá ni un solo pelo de su cabeza, sino que todo será restablecido a su perfecta forma, o en el cuerpo, cual se encuentra ahora, y serán llevados a comparecer ante el tribunal de Cristo el Hijo, y Dios el Padre, y el Santo Espíritu, que son un Eterno Dios, para ser juzgados según sus obras, sean buenas o malas.
45 Ahora bien, he aquí, te he hablado concerniente a la muerte del cuerpo mortal y también acerca de la resurrección del cuerpo mortal. Te digo que este cuerpo mortal se levanta como cuerpo inmortal, es decir, de la muerte, sí, de la primera muerte a vida, de modo que no pueden morir ya más; sus espíritus se unirán a sus cuerpos para no ser separados nunca más; por lo que esta unión se torna espiritual e inmortal, para no volver a ver corrupción.

El presidente Joseph Fielding Smith explico lo siguiente:
"No tenemos por qué preocuparnos por el aspecto que tendrán las personas en la resurrección. La muerte es un proceso purificador en lo que tiene que ver con el cuerpo. Tenemos motivos para creer que el aspecto de los ancianos desaparecerá y que el cuerpo será restaurado con todo el vigor de los mejores años. Los niños se levantarán como niños, pues en la tumba no hay crecimiento; y seguirán creciendo hasta llegar a la estatura de sus espíritus. Todo lo que sea contrario a esto no tiene fundamento. Cuando nuestros cuerpos sean restaurados, tendrán el aspecto de tener todo el vigor del hombre y de la mujer, pues la condición de la debilidad física quedará en la tumba ... "El presidente Joseph F. Smith, hablando en el funeral de la hermana Rachel Grant, madre del presidente Heber J. Grant, dijo lo siguiente sobre las deformidades en la resurrección:

'La deformidad será quitada, los defectos quedarán eliminados y los hombres y las mujeres alcanzarán la perfección de sus espíritus, la perfección que Dios planeó desde el principio. Es su propósito que hombres y mujeres, Sus hijos, nacidos para ser herederos de Dios y coherederos con Jesucristo, sean perfectos tanto física como espiritualmente, mediante la obediencia a la ley por la que El ha provisto el medio para que todos Sus hijos alcancen la perfección ... ' "La salvación sería incompleta si las personas se levantaran en la resurrección con todas las deformidades, debilidades e imperfecciones que se encuentran en tantos miembros de la familia humana en esta existencia mortal. Tenemos toda la razón para creer que los espíritus de los seres humanos y de todas las demás criaturas se encontraban en forma perfecta en el mundo de los espíritus. Sería terrible pensar que las imperfecciones que frecuentemente se encuentran en este estado mortal son defectos planeados en la creación. Además, como el Señor lo aclaró cuando se refirió al hombre que nació ciego, esa condición no es inmortal... "Es la voluntad del Señor que en la restauración de todas las cosas se obtenga la perfección. Los defectos físicos, algunos de los que se han producido antes del nacimiento, se deben a condiciones físicas y terrenales, y no son herencia del mundo espiritual" Joseph Fielding Smith, Answers to Cospel Questions, 4:185-187, 189).

Aquí,  abro un pequeño paréntesis hermanos, hay personas que piensas que las dificultades físicas que pasan algunas personas es porque en la pre-existencia ósea antes de nacer fueron rebeldes, o no se comportaron de tal forma y por eso nacieron con una discapacidad que no les permite tener una vida optima en este estado de probación. Jesucristo  sabía que esto no es así y lo sabe perfectamente,  leemos en la Biblia

Juan 9 Reina-Valera Antigua (RVA)
Y PASANDO Jesús, vió un hombre ciego desde su nacimiento.
Y preguntáronle sus discípulos, diciendo: Rabbí, ¿quién pecó, éste ó sus padres, para que naciese ciego?
Respondió Jesús: Ni éste pecó, ni sus padres: mas para que las obras de Dios se manifiesten en él.
Conviéneme obrar las obrar del que me envió, entre tanto que el día dura: la noche viene, cuando nadie puede obrar.

Entonces hermanos creo que queda claro que las discapacidades físicas no son por pecados de los padres o por culpa nuestra antes de nacer, Sino más bien por faltas de cuidados en el embarazo y enfermedades genéticas.

Continuamos,  en el verso 43 leemos "Un vivo conocimiento de toda nuestra culpa" "Os diré que en realidad el hombre no puede olvidar nada. Tal vez tenga una falla de memoria; tal vez no pueda recordar en el momento algo que sabe, o palabras que haya dicho; tal vez no tenga el poder para evocar esos acontecimientos y palabras; pero dejad que Dios Todopoderoso toque el resorte de la memoria y despierte los recuerdos, y ¡veréis que no habéis olvidado ni una sola palabra que hayáis dicho! Creo que la palabra de Dios es verdadera, y, por lo tanto, advierto a la juventud de Sión, así como a los avanzados en años, de cuidarse de no decir nada inicuo, de hablar mal o de tomar en vano el nombre de las cosas y seres sagrados. Cuidad vuestras palabras, para que no ofendáis al hombre y mucho menos a Dios" Joseph F. Smith, "A Sermon on Purity", Improvement Era, mayo de 1903, págs. 503-504; compárese con 2 Nefi 9:14, Alma 12:14).

Más claro que el chocolate hermanos no puede estar jejeje, así que hermanos cuidado con decir que mis videos son malos porque lo sabré jajaja.

En el subtema de la lección leemos:

La expiación de Jesucristo nos limpia y nos ayuda a perfeccionarnos.

Si es la primera vez que escuchas este video déjame explicarte que los Santos de los Últimos Días creemos en la expiación de Cristo, recordamos con amor y respeto lo que Jesucristo hizo por nosotros en el huerto de Getsemaní, el pago por nuestros pecados ante el Padre Celestial, fue una tarea difícil según leemos en las escrituras y sé que nos quedamos cortos de imaginación de lo que él tuvo que pasar por cada uno de nosotros, de los que ya habían vivido, de los que Vivian en ese entonces, de los que vivimos ahora,  y por los que están por venir a esta tierra. A fin de que seamos salvos de la muerte y del pecado.

Su expiación es infinita y eterna,  porque salva a todas las obras del Padre Celestial que ha hecho por medio de Jesucristo.

Leemos en el libro de Mormón en
Alma 7:11–13
Libro de Mormón
11 Y él saldrá, sufriendo dolores, aflicciones y tentaciones de todas clases; y esto para que se cumpla la palabra que dice: Tomará sobre sí los dolores y las enfermedades de su pueblo.
12 Y tomará sobre sí la muerte, para soltar las ligaduras de la muerte que sujetan a su pueblo; y sus debilidades tomará él sobre sí, para que sus entrañas sean llenas de misericordia, según la carne, a fin de que según la carne sepa cómo socorrer a los de su pueblo, de acuerdo con las debilidades de ellos.
13 Ahora bien, el Espíritu sabe todas las cosas; sin embargo, el Hijo de Dios padece según la carne, a fin de tomar sobre sí los pecados de su pueblo, para borrar sus transgresiones según el poder de su liberación; y he aquí, este es el testimonio que hay en mí.

Hermanos a pesar de leer estas escrituras, nuestra comprensión sigue siendo limitada en cuanto a comprender al 100% lo que es la expiación. Leímos que el tomo nuestros dolores, aflicciones, tentaciones y enfermedades.

El      élder Neal A.       Maxwell    (1926–2004),     del    Quórum de los Doce Apóstoles, escribió sobre el hecho de que el Salvador está familiarizado con las aflicciones de la vida terrenal y con nuestras transgresiones individuales: “Él lo sabe por experiencia personal y real, no solamente porque sufrió nuestros dolores, aflicciones y tentaciones de todas clases durante Su segundo estado, sino porque tomó sobre Sí nuestros pecados y también nuestros dolores y enfermedades. (Véase Alma 7:11–12.) Por lo tanto, Él conoció, no en lo abstracto sino en lo real, ‘según la carne’, la totalidad del sufrimiento humano. Llevó nuestras enfermedades antes de que nosotros las padeciéramos. Él sabe perfectamente bien cómo socorrernos. No le podemos enseñar nada sobre el dolor, las tentaciones ni la aflicción, ya que Él aprendió ‘según la carne’, ¡y Su triunfo fue total!” (We Will Prove Them Herewith, 1982, pág. 46).

Hermanos y hermanas resumiendo un poco, la expiación de Cristo es el pago que el hizo por nuestros pecados, ya que él y solo él podía hacer tal acto de amor, Jesucristo pago por los que creemos y por los que no creen en el como el hijo de Dios y por aquellos que no creen que exista un Dios. Aun así,  el llama a todos a arrepentirnos y aceptarlo como nuestro Dios y salvador.

Él nos salva de la muerte física al morir y resucitar, cuando resucitemos según nuestra doctrina seremos personas inmortales, ya no volveremos a morir.

Queridos hermanos la invitación que hago es para ti y para mí de que nos esforcemos en amoldar nuestra vida al evangelio y no el evangelio a nuestras vidas, la invitación es para esforzarnos más en vivir como discípulos de Cristo,  y dejar que la expiación de Cristo nos cambie por completo. Todos tenemos cosas que cambiar en nuestras vidas para poner nuestras vidas en orden.
Nadie que escuche este audio es limpio en su totalidad, pero si nos arrepentimos y seguimos a Cristo llegara el día en que seremos juzgados y la justicia y la misericordia harán que quedemos limpios por medio de la expiación de Cristo.

Hermano que no crees o que creíste y ahora luchas contra Dios, detente y medita, mira los cielos, las estaciones del año, etc. Y mira que todo tiene un orden, todo está organizado de tal manera que nos indica que hay un Dios, existe una inteligencia suprema que a puesto cada cosa en su lugar para obrar según lo que se le mando, nada es casualidad. Todo se organiza y se desorganiza a voluntad del Gran Arquitecto Del Universo.

En el libro de Mormón hay ejemplos donde personas cambiaron su perspectiva sobre el Señor Jesucristo. Primero fueron rebeldes, enseñaron y guiaron a muchos a perder la creencia en Dios, poniendo en riesgo la salvación  de las personal y de cada uno de ellos y trayendo sobre si los pecados de las personas. Todo por seguir sus propios deseos y las filosofías de los hombres.

Dios en su misericordia dio a estas personas la oportunidad de rectificar, algunos lo hicieron,  otros simplemente tomaron su decisión de ir en contra a pesar de que la razón le mostraba que era el camino a seguir.

El presidente Dallin H. Oaks compartió una analogía para explicar cómo nos prepara el Señor para volver a la presencia de Dios:
“Tendemos a pensar que los resultados del arrepentimiento simplemente nos limpian del pecado, pero ese es un punto de vista incompleto. Una persona que peca es como un árbol que se dobla fácilmente movido por el viento. Un día ventoso y lluvioso el árbol se inclina tanto contra el suelo que las hojas se ensucian de barro, tal como ensucia el pecado. Si nos concentramos solamente en limpiar las hojas, la debilidad que permitió que el árbol se doblara y las ensuciara puede continuar en él; del mismo modo, una persona que solo siente pesar por haberse ensuciado con el pecado puede pecar de nuevo con el próximo viento fuerte. La susceptibilidad a la repetición continúa hasta que el árbol se haya fortalecido.
“Cuando una persona ha pasado por el proceso que da como resultado lo que las Escrituras llaman ‘un corazón quebrantado y un espíritu contrito’, el Salvador hace algo más que limpiarla del pecado: Él le otorga nueva fortaleza. Esa fuerza es esencial para que logremos el propósito de la purificación, que es regresar a nuestro Padre Celestial. Para ser admitidos en Su presencia, debemos ser más que limpios; también debemos cambiar de ser una persona moralmente débil que ha pecado a una fuerte que tenga la estatura espiritual para morar en la presencia de Dios” (véase “La Expiación y la fe”, Liahona, abril de 2008, págs. 12–13).
Hermanos, llegados a este punto, espero y deseo que estén meditando en sus mentes como fue la expiación de nuestro salvador Jesucristo

10 Porque es preciso que haya un gran y postrer asacrificio; sí, no un sacrificio de hombre, ni de bestia, ni de ningún género de ave; pues no será un sacrificio humano, sino debe ser un bsacrificio cinfinito y eterno.
11 Y no hay hombre alguno que sacrifique su propia sangre, la cual expíe los pecados de otro. Y si un hombre mata, he aquí, ¿tomará nuestra ley, que es ajusta, la vida de su hermano? Os digo que no.
12 Sino que la ley exige la vida de aquel que ha cometido ahomicidio; por tanto, no hay nada, a no ser una expiación infinita, que responda por los pecados del mundo.
13 De modo que es menester que haya un gran y postrer sacrificio; y entonces se pondrá, o será preciso que se ponga, afin al derramamiento de sangre; entonces quedará cumplida la bley de Moisés; sí, será totalmente cumplida, sin faltar ni una jota ni una tilde, y nada se habrá perdido.
14 Y he aquí, este es el asignificado entero de la bley, pues todo ápice señala a ese gran y postrer csacrificio; y ese gran y postrer sacrificio será el Hijo de Dios, sí, infinito y eterno.
15 Y así él trae la asalvación a cuantos crean en su nombre; ya que es el propósito de este último sacrificio poner en efecto las entrañas de misericordia, que sobrepujan a la justicia y proveen a los hombres la manera de tener bfe para arrepentimiento.
16 Y así la amisericordia satisface las exigencias de la bjusticia, y ciñe a los hombres con brazos de seguridad; mientras que aquel que no ejerce la fe para arrepentimiento queda expuesto a las exigencias de toda la ley de la cjusticia; por lo tanto, únicamente para aquel que tiene fe para arrepentimiento se realizará el gran y eterno dplan de la redención.

Hay dos aspectos de la Expiación de Cristo que solo El podía cumplir. Primero que todo, el sacrificio expiatorio tenía que ser sobrellevado por alguien que era “infinitamente” amado. Eso quiere decir amado universalmente por todas las inteligencias de esta ronda de creación.

Segundo, el sufrimiento tenía que ser tan intenso que levantaría un gran embalse de misericordia y compasión que duraría para siempre. Eso significa que tenía que ser tan agonizante que alcanzaría cada pequeñísima inteligencia con tal intensidad que duraría eternamente. Poniendo todo esto en la mente no podemos evitar el preguntar, ¿cuánto sufrió? Muchas personas han sido crucificados a través de las edades, entonces ¿qué había acerca de esta crucifixión de Jesús que cambio la historia del mundo?

Enoc tuvo una visión de la crucifixión que vendría aproximadamente 4,000 años después. Aquí está lo que él registró: “Y dijo el Señor a Enoc: Mira, y mirando, vio que el Hijo del Hombre era levantado sobre la cruz; y oyó una fuerte voz, y los cielos fueron cubiertos; y todas las creaciones de Dios lloraron; y la tierra gimió, y se hicieron pedazos los peñascos.” (Moisés 7: 55-56)

Esto significa que todas las inteligencias de esta ronda de creación se estremecieron en una angustia profunda al ver como el Señor sobrellevó esas seis horas de tortura intolerable en la cruz.

El sufrimiento de María era tan desgarrador que Jesús le dijo a Juan el Amado que la cuidara y se la llevara, el cual lo hizo.

Pero había otro participante en la crucifixión quien . . . todavía tenía un tortuoso e insoportable papel por cumplir. Era el Padre. Para que Jesús tuviera que tomar de la amarga copa de la crucifixión a la profundidad,  el Padre tenía que quitar su espíritu sostenedor. Jesús estaba al final de su prueba,  pero en el momento en que el Padre retiro su espíritu,  llevó a Jesús a un aumento de  agonía. El clamó en gran voz, diciendo: “Eloi, Eloi.” Mi Dios, mi Dios “Lama sabactani” ¿Por qué me has desamparado? En ese momento el sufrimiento era cruel. Para él fue imposible describir la agonía de este momento. No sabemos cuánto duró, pero cuando el Espíritu del Padre actuó de nuevo  Jesús el literalmente se derrumbó.

Finalmente, el susurró, “¡Consumado es!” Después dijo: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.” Y murió. En ese momento Jesús se convirtió en Cristo.

Ahora, como Amulek lo describe, poderosamente, Jesús ha llenado el embalse de misericordia y compasión al punto dónde Él puede interceder para obtener para nosotros no sólo el perdón de nuestros pecados sino la vida eterna y las bendiciones del progreso eterno. Por eso es que cada paso que hay que dar hacia arriba debe de hacerse en el nombre de Jesucristo porque sin que El interceda para que obtengamos estas bendiciones, nada pasa.

El pago por nuestros pecados con la expiación, pero para que esta expiación surta efecto debemos tener FE en él, arrepentirnos, ser bautizados en esta su iglesia LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ULTIMOS DIAS,  que tiene la autoridad del sacerdocio de Dios para actuar en el nombre de él, si no aceptamos a Jesucristo y cambiamos nuestra forma de vivir tal sacrificio no surtirá efecto y quedaremos a espera de nuestro juicio.

Cuando hablamos del aspecto vicario de la redención, dos palabras técnicas aparecen una y otra vez: expiación y propiciación. Estas palabras despiertan todo tipo de argumentos acerca de cuál se debe utilizar para traducir una palabra griega en particular, y algunas versiones de la Biblia utilizan una de estas palabras, y otras versiones utilizaran la otra.

Pensemos en lo que significan estas palabras, entonces, comenzando con la palabra expiación. El prefijo ex significa “fuera de” o “de”, por lo que la expiación tiene que ver con eliminar algo o quitar algo. En términos bíblicos, tiene que ver con quitar la culpa mediante el pago de una sanción, o mediante la ofrenda de un sacrificio. En contraste, la propiciación tiene que ver con el objeto de la expiación. El prefijo pro significa “por”, así que la propiciación provoca un cambio en la actitud de Dios, para que Él pase de estar en enemistad con nosotros a estar por nosotros. A través del proceso de la propiciación somos restaurados a la comunión y al favor delante de Él. Es por eso que leemos en Libro de Mormón que el hombre natural es enemigo de Dios, pues no encontrábamos en un estado caído expuestos a la ira de Dios el Padre. Y gracias al sacrifico de Jesucristo calmo esa ira que estaba destinada para nosotros sino se llevaba a cabo la propiciación y así  nuestro salvador ser nuestro juez ante al Padre Celestial.

La misma palabra griega se traduce usando las palabras expiación y propiciación de cuando en cuando. Pero hay una ligera diferencia en los términos. La expiación es el acto que resulta en el cambio de la disposición de Dios para con nosotros. Es lo que Cristo hizo en la cruz, y el resultado del trabajo de la expiación de Cristo es la propiciación: la ira de Dios es removida. La distinción es la misma que existe entre el rescate que se paga y la actitud de la persona que recibe el rescate. En otras palabras el rescate solo tendrá efecto si aceptamos a Jesucristo como nuestro salvador, ya que el a nadie obliga a aceptar su sacrificio.

Hermanos ¿Pueden imaginar lo grande que es la expiación? La doctrina de la expiación a sido simplificada al momento de enseñar a las personas que saben poco de este evangelio, pero al estudiar más sobre esta doctrina los tesoros ocultos, la doctrina profunda llena nuestro entendimiento y nos hace más agradecidos por este acto de amor. El hombre normal solo leerá que alguien sufrió en un huerto, que murió en una cruz, la persona que busca verdaderamente saber, meditara, escudriñara y preguntara a Dios para obtener un testimonio de que Jesús es el Cristo.




15 así que, te mando que te arrepientas; arrepiéntete, no sea que te hiera con la vara de mi boca, y con mi enojo, y con mi ira, y sean tus apadecimientos dolorosos; cuán dolorosos no lo sabes; cuán intensos no lo sabes; sí, cuán difíciles de aguantar no lo sabes.
16 Porque he aquí, yo, Dios, he apadecido estas cosas por todos, para que bno padezcan, si se carrepienten;
17 mas si no se arrepienten, tendrán que apadecer así como yo;
18 padecimiento que hizo que yo, Dios, el mayor de todos, temblara a causa del dolor y sangrara por cada poro y padeciera, tanto en el cuerpo como en el espíritu, y deseara ano tener que beber la amarga copa y desmayar.
19 Sin embargo, gloria sea al Padre, bebí, y aacabé mis preparativos para con los hijos de los hombres.


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