“VELAD CONMIGO”
Estoy agradecido por el honor de hablar en nombre del Señor
a los pastores de Israel. Eso es lo que somos. Cuando aceptamos el sacerdocio,
tomamos sobre nosotros la responsabilidad de hacer lo que estuviese a nuestro
alcance por velar por la Iglesia. Ninguno de nosotros puede eludir esa
responsabilidad. El presidente del sacerdocio en toda la tierra lleva toda la
responsabilidad. Mediante las llaves del sacerdocio, cada quórum lleva una
porción de esa responsabilidad; incluso el diácono más nuevo en el lugar más
distante de la tierra tiene parte en la gran responsabilidad de velar por la
Iglesia...
“A partir de aquí, en este momento, los exhorto a que inunden la tierra con
mensajes llenos de rectitud y de verdad, mensajes que sean auténticos,
edificantes y dignos de alabanza, y que literalmente inunden la tierra como con
un diluvio”, dijo el Elder David A.
Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, en un discurso de la Semana
Educativa en la Universidad Brigham Young el 19 de agosto de 2014...
Hermanos y hermanas al parecer no solo los SUD estamos prestos a inundar las
redes sociales con cosas buenas que ayuden hacer de este mundo un poco mejor y
preparar el camino para que nuestro señor venga.
Navego por las redes sociales y veo como aquellas persona que alguna vez
abrazaron el evangelio hoy discrepan de la luz que alguna vez tuvieron, andan
en tinieblas por no comprender que los pensamiento del señor no son los
nuestros, piensan y sienten que su forma de ver y guiar la iglesia seria la
correcta y no aceptan la voluntad del padre, algunos pelean porque la mujer
tenga el sacerdocio y ocupe puestos de liderazgo en la iglesia, lo cual ellas
ya lo hacen participan del sacerdocio por medio de su esposo y líderes al tener
llamamientos auxiliares que ayudan en gran parte a edificar y preparar el
camino para el señor.
Otros pelean por derechos que la sociedad a inventado según la moda,
el matrimonio se estableció y se puso a la familia (Esposo, esposa e
hijos) como el centro de la sociedad. Así también el padre desde antes del
origen del hombre en esta tierra a puesto a la familia como el punto central
del plan de salvación.
Durante ya varios años e invitado a los hermanos a velar por lo que es bueno y
edifica, pero en ello eh recibido comentarios como: ¿Quién eres tú? ¿Eres
alguna autoridad general? ¿Eres obispo o algún otro líder? .... MI
respuesta es que mi llamamiento viene desde la pre-existencia e inicie a
magnificarlo cuando recibí el sacerdocio Aarónico y no es necesario estar
en un llamamiento para ayudar a nuestro Padre Celestial.
Escuchen estas palabras de Doctrina y Convenios: “Por tanto, ocupe cada hombre
su propio oficio, y trabaje en su propio llamamiento; y no diga la cabeza a los
pies que no tiene necesidad de ellos; porque sin los pies, ¿cómo podrá
sostenerse el cuerpo?” Luego, el Salvador incluso agrega a los diáconos en Su
lista de asignaciones: “los diáconos y los maestros deben ser nombrados para
velar por la iglesia y para ser sus ministros residentes” (D. y C. 84:109,
111).
El error que cometen muchos hermanos varones es pensar que solo los domingos se
debe velar por el edificio (broma). La iglesia somos todos los miembros. Es
obvio que la iglesia es de orden y tenemos a los líderes directos de nuestra
localidad, pero eso no nos exime de ir y hacer nuestra obra como propios
agentes, el señor no debe mandar en todo.
Aquellos hermanos que tenemos grupos en las redes sociales debemos cuidar que
todo vaya con prudencia y orden, no siempre será así, hay hermanos de nuestra
FE y quienes no pertenecen que no compren, no leen y no se detienen a meditar
el porqué de las reglas de los diferentes foros y del evangelio. Por ello el
hermano David Bednar nos da consejos de lo que debemos hacer en nuestras redes
sociales:
“No debemos exagerar, embellecer o pretender ser alguien o
algo que no somos. Nuestro material debe ser digno de confianza y
constructivo”.
“Nuestros mensajes deben procurar edificar y alentar en vez
de discutir, debatir, condenar o denigrar”.
“Sean valientes y audaces pero no prepotentes al sostener y
defender nuestras creencias, y eviten la contención. Como discípulos, nuestro
objetivo debe ser el de utilizar los medios de las redes sociales como vehículo
para proyectar la luz y la verdad del evangelio restaurado de Jesucristo”.
“Se puede desperdiciar mucho tiempo, se pueden dañar o
destruir muchas relaciones, y se pueden interrumpir valiosos modelos de
rectitud cuando la tecnología se usa incorrectamente. No debemos permitir que
ni aun las aplicaciones buenas de las redes sociales prevalezcan ante el mejor
uso de nuestro tiempo, energía y recursos”.
“No tenemos que convertirnos en expertos ni fanáticos de las
redes sociales; y no tenemos que pasar cantidades exageradas de tiempo creando
y diseminando mensajes complicados”.
...Ruego poder explicar esta sagrada confianza de tal modo
que incluso el diácono más nuevo y el converso ordenado más recientemente
comprendan esta oportunidad. En muchas partes de las Escrituras, el Señor se ha
descrito a sí mismo y a aquellos que llama al sacerdocio como pastores. Un
pastor cuida sus ovejas. En los relatos de las Escrituras, las ovejas están en
peligro; necesitan protección y alimento. El Salvador nos amonesta que debemos
cuidar las ovejas de la misma manera que él lo hace. Él dio Su vida por ellas;
le pertenecen a él. Nosotros no podemos ofrecer el mismo nivel de cuidado que
él si, como siervos asalariados, damos cuidado sólo cuando sea conveniente y
sólo por una recompensa...
Hermanos hay un grupo de personas que se dedican a escribir, hablar y difundir
sus mensajes de odio hacia el evangelio y líderes de la iglesia, cuando
platiquemos con ellos porque se dará la ocasión, evitemos escribirles ofensas, ellos harán todo
lo que este a su disposición para hacerlos enojar y así parecer que ellos
tienen la razón. Aconsejo salir de esos grupos, paginas, grupos de aplicaciones
donde se habla mal del Padre y del Hijo, del Evangelio y sus líderes. Tomen
capturas y compartan en los grupos SUD para identificarlos y no darles entrada a nuestros grupos.
RECORDEMOS HERMANOS DEL SACERDOCIO LAS PALABRAS DEL SEÑOR:
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
“Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son
propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo
arrebata las ovejas y las dispersa” (Juan 10:11–12).
Los miembros de la Iglesia son las ovejas; son de él y él
nos llama a nosotros para cuidarlas. Debemos hacer más que simplemente
prevenirlas del peligro; debemos alimentarlas. Para prevenirlas del peligro
espiritual y alimentarlas con alimento espiritual se necesita fe y generosidad.
Una vez, hace mucho tiempo, el Señor le mandó a Su profeta reprender a los
pastores de Israel. Ésta es la amonestación, que aÚn está en vigor, en las
palabras del profeta Ezequiel:
“Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
“Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel… y
dí a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel,
que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños?
(Ezequiel 34:1–2).
El alimento que esos pastores tomaron para sí mismos,
dejando que las ovejas pasaran hambre, podría ser la salvación para las ovejas.
Uno de los grandes pastores del Libro de Mormón describió lo que es ese
alimento y cómo se puede conseguir.
“Y después que habían sido recibidos por el bautismo, y el
poder del Espíritu Santo había obrado en ellos y los había purificado, eran
contados entre los del pueblo de la iglesia de Cristo; y se inscribían sus
nombres a fin de que se hiciese memoria de ellos y fuesen nutridos por la buena
palabra de Dios, para guardarlos en el camino recto, para conservarlos
continuamente atentos a orar, confiando solamente en los méritos de Cristo, que
era el autor y perfeccionador de su fe” (Moroni 6:4)…
…Cuando el Salvador fue al Jardín de Getsemaní a sufrir la amarga agonía antes
de la traición y los sufrimientos en la cruz, pudo haber ido solo; pero llevó
consigo a Sus siervos en el sacerdocio. Éste es el relato de Mateo: “Entonces
JesÚs les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad
conmigo” (Mateo 26:38; cursiva agregada).
El Salvador oró a Su Padre para recibir fortaleza. En medio
de Su agonía, él volvió a Pedro para enseñarle lo que se requiere de todos
aquellos que velaran con él: “Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo
a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?
“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu
a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26:40–41).
Hay un sentimiento de consuelo y de amonestación en esas
simples palabras del Maestro hacia Sus pastores. Él vigila con nosotros; él,
que ve todas las cosas, cuyo amor es infinito y quien nunca duerme, vigila con
nosotros. Él sabe lo que las ovejas necesitan en todo momento. Él nos lo hace
saber por el poder del Espíritu Santo y las envía a nosotros. Y mediante el
sacerdocio, nosotros podemos invitar Su poder para que las bendiga.
Pero la amonestación que hizo a Pedro también la hace a
nosotros. El lobo que mataría a las ovejas ciertamente atacará al pastor. Por
eso, debemos cuidarnos a nosotros así como a los demás. Como pastores, seremos
tentados a pecar un poco, pero el pecado en cualquiera de sus formas ofende al
Espíritu Santo. No hagan nada o vayan a ningÚn lugar que ofenda al Espíritu; no
pueden arriesgarse a hacerlo. En caso de que el pecado les hiciese caer,
ustedes no sólo serían responsables de sus propios pecados sino de la aflicción
que podrían haber evitado en la vida de los demás si ustedes hubiesen sido
dignos de escuchar y obedecer los susurros del Espíritu. El pastor debe ser
capaz de escuchar la voz del Espíritu y de hacer bajar los poderes del cielo o
fracasará.
Si crees que es importante compartir este mensaje mándalo a
todos los grupos SUD y hermanos SUD, comenta de la importancia de velar por los
SUD y por aquellos que no son de nuestra FE.
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